Trabajamos para mejorar la calidad de vida y potenciar las oportunidades de la infancia. Buscamos transferir herramientas de neuroprotección y estimulación temprana con el objetivo de disminuir la brecha de desigualdad lingüística y cognitiva de los niños/as de sectores vulnerables.
Nos basamos en la neurociencia, la cual ha demostrado que todo lo que suceda durante los primeros años tendrá efectos para toda la vida. Durante esta etapa, el cerebro de los niños/as se encuentra altamente receptivo a estímulos ambientales y afectivos, siendo un momento clave para el aprendizaje y crecimiento.
Promover programas y políticas para la protección, bienestar y aprendizaje de la primera infancia, desde el embarazo, basándonos en la neurociencia para lograr el máximo potencial de los niños y niñas independiente de su entorno de vulnerabilidad.
Lograr la igualdad de oportunidades para la primera infancia desde el embarazo.
Somos una organización sin fines de lucro que, desde la neurociencia, trabaja para que los niños y niñas, desde su gestación, tengan la misma base de oportunidades sin importar su lugar de origen.
Nuestro objetivo es potenciar las habilidades necesarias y entregar herramientas de neuroprotección infantil, tanto a madres como a adultos significativos vinculados al cuidado de niñas y niños. Mediante una metodología innovadora, el INPI busca facilitar el aprendizaje colectivo, bienestar y reflexión grupal, con el propósito de abordar la protección y el desarrollo cerebral infantil desde una mirada integral.
Uno de los principios fundamentales que nos inspira es el “interés superior del niño/a”, establecido por la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño/a, ratificada por Chile en 1990. Creemos que este principio debe inspirar a las instituciones públicas y privadas, con el fin de brindar oportunidades y mejorar la calidad de vida de los niños y niñas, rompiendo las barreras de desigualdad social.
NEUROCIENCIA: El cerebro y cambia más durante los primeros 1.000 días de vida que en cualquier otro período. En esta etapa se conforma el 80% de la arquitectura cerebral. Por esta razón, estos días que van desde la gestación hasta los dos años y medio, son un período crítico y una gran oportunidad para intervenir de forma temprana. Lo que se haga o deje de hacer durante este periodo tendrá un impacto para toda la vida.
INFANCIA: Los primeros años de vida corresponden a una etapa clave para el aprendizaje y desarrollo. El cerebro está altamente receptivo a estímulos como la alimentación, entorno familiar e interacciones sociales. Este período también es de alta vulnerabilidad. Si el niño/a no recibe la estimulación adecuada, afectará sus habilidades en el futuro.
LENGUAJE: A los cuatro años de edad, niños/as de familias de nivel socioeconómico alto han escuchado cerca de 48 millones de palabras, mientras que niños/as de familias vulnerables escuchan sólo 13 millones. Esta desnutrición lingüística genera una brecha de desigualdad que comienza desde la cuna, e impactará en su desarrollo neurocognitivo a mediano y largo plazo.
BIENESTAR: Un factor esencial para garantizar el desarrollo neurocognitivo, emocional y afectivo infantil es el bienestar de los adultos significativos. Mediante la regulación emocional, empoderamiento de su rol como agentes de cambio y adquisición de competencias de estimulación, los adultos pueden asegurar mejores oportunidades para los niños/as en su entorno.
INNOVACIÓN: En INPI sabemos que la tecnología ha revolucionado la forma en que las personas pueden potenciar sus redes de apoyo y conocimientos. Las plataformas tecnológicas se han convertido en herramientas esenciales para la conectividad y el aprendizaje colaborativo en la era digital y en nuestros programas.
INPI nace en abril de 2018 como iniciativa de un grupo multidisciplinario de expertos de la ciencia, educación, salud, empresariado y ciencias sociales, quienes buscaban respaldar institucionalmente el Programa “Conversemos Mamá”, creado por ellos, el 2014. Desde el inicio, la preocupación ha sido disminuir la brecha de desigualdad de los niños/as de sectores vulnerables.
A través del tiempo nos hemos ido adaptando a las necesidades del siglo XX, hemos potenciado nuestro trabajo con la modalidad virtual logrando un mayor impacto y alcance en nuestra sociedad.